El primer paso es obtener, mediante centrifugación de la leche entera, la nata. Posteriormente, se pasteriza esa nata a 90ºC-110º C, con lo que se destruyen enzimas, microorganismos y patógenos que podrían dañar la mantequilla. Para elaborar mantequilla de nata ácida (la predominante en el mercado), la nata se mezcla con bacterias lácticas y se incuba durante un día entre 8ºC y 19 ºC. Estas bacterias son las responsables del sabor y aromas característicos de la mantequilla. Ya después, la nata se batirá y amasará de forma vigorosa en un proceso que consigue la conversión de nata en mantequilla. Estos procesos determinan también el color, la apariencia, la consistencia y la untuosidad de la mantequilla. El amasado se produce en condiciones de refrigeración (10ºC). Tras él, en caso necesario, se regula el contenido de agua sin superar el máximo permitido. Por último, se envasa, almacena y distribuye en condiciones de refrigeración. Para su envasado se emplean materiales resistentes a las grasas e impermeables a la luz (papel apergaminado, hojas de aluminio recubiertas o envases plásticos).
¿Origen?
Los Vikingos y los Celtas fueron los primeros en rendirse a su sabor de la nata de la leche batida, la conservaban enn pieles y era de sus principales fuentes de energía.
Propiedades
- 100 gramos de mantequilla son aproximadamente 750 calorías
- Es rica en vitaminas A y D.
Cocinar con la mantequilla
Como cualquier otro tipo de grasa, la mantequilla es fundamental para cocinar, sobre todo en determinados países, donde forma parte ya de la gastronomía cotidiana. Para freír, engrasar asados, saltear alimentos y como base de salsas, este producto confiere a las recetas un toque único que, para muchos, es imprescindible.
Aparte de estos usos, sin duda, el más frecuente es untada en el pan, en tostadas de desayuno, o bien en biscotes como aperitivo. También es un elemento esencial en repostería y bollería, como ingrediente, por ejemplo de delicias de origen francés como los brioches, croissants y crêpes, o inglesas y belgas, como las galletas y pastas de mantequilla. Otros muchos postres se elaboran mantequilla, sobre todo para hacer masas de pasteles y tartas. Por último, no podemos olvidar que este producto es un buen aliado para que no se peguen los alimentos, ya que la grasa los aísla del recipiente donde se cocinan.
" Las personas con colesterol y los triglicéridos altos, arteriosclerosis o problemas cardiovasculares deberían pensar en olvidar esta materia prima y sacarla de su alimentación diaria ".
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